Bhavi en Sala Metrónomo: una cruzada de hits y devoción absoluta

15.11.2025
📸Nathalia Olivares
📸Nathalia Olivares

por Loreto Murga


El viernes 14 de noviembre, Bhavi convirtió Sala Metrónomo en un territorio medieval donde él avanzaba como un caballero eléctrico, guiando a sus fieles en una cruzada por cada etapa de su discografía. Con una intro épica que dio paso a "Bhavilonia", marcó desde el primer segundo que este no sería un concierto convencional, sino una experiencia narrativa, estética y emocional. El público, completamente entregado, respondió como un ejército propio: saltando, coreando y preparándose para el mosh que el artista no tardaría en exigir.

Canciones como "Dora la calculadora", "Agridulce" y "Tu lunático querido" avivaron el fuego inicial, generando un coro colectivo tan fuerte que Bhavi sonreía sorprendido entre versos. Cuando llegaron "Butaka", "Piso" y "Puff", la sala ya era un torbellino de cuerpos moviéndose al ritmo de los bajos, con fans que no dejaban caer el ánimo ni un segundo. Cada track funcionaba como un capítulo más de su travesía, hilado con visuales y una actitud escénica que combinaba humor, mística y carisma.

El segmento intermedio, con joyas como "Fresko", "Ocaso", "Cinema" y "Charts n harts", mostró la versatilidad del belga-argentino, alternando dulzura con energía explosiva. En temas como "Piel de gallina" y "Hijo único", la atmósfera se volvió más íntima, mientras "La mirada" y "Lado a lado" reavivaron la llama en la sala. Los fanáticos, lejos de cansarse, parecían más encendidos con cada transición, anticipando nuevas instrucciones de Bhavi para armar más mosh pits.

El punto de inflexión llegó con "Antidepresivo", "Me desperté" y la querida "Tuuuyo", donde el recinto vibró como si quisiera romperse. Luego, "Flechazo en el centro" y "Mi ciudad" reforzaron el vínculo emocional del artista con su público chileno, que coreaba con una pasión que transformó la sala en una sola voz. La intensidad crecía y Bhavi la conducía con precisión, como si dirigiera un ritual colectivo.

Hacia el final, "Muere x matarme", "Teca (remix)" y "Aeróbico" aceleraron el pulso general. Los fanáticos se lanzaron a un mosh masivo que desbordó la sala, cumpliendo cada indicación del artista. "Zigzag" y "MojAA" coronaron la locura, y cuando llegó "BÉ SAME" como cierre, el ambiente ya era el de una victoria celebrada después de una larga batalla musical. Bhavi lo dejó todo, y el público respondió con la misma intensidad.

Con estética medieval, energía arrolladora y una conexión con la audiencia imposible de fingir, Bhavi entregó en Sala Metrónomo uno de sus shows más potentes en Chile. Fue más que un concierto: una cruzada emocional donde cada hit actuó como una espada distinta, y cada fan, un soldado leal dispuesto a seguirlo hasta el último beat.