#FICValdivia: Morte e Vida Madalena

por Nathalia Olivares
En Morte e Vida Madalena, el director brasileño Guto Parente ofrece una mirada irónica y entrañable al proceso de creación cinematográfica, fusionando comedia, drama y metacine. La película, que tuvo su estreno en la Mostra Competitiva del Festival de Brasília 2025, se adentra en los desafíos de una productora que, mientras enfrenta una crisis personal, debe concluir una película de ciencia ficción de bajo presupuesto escrita por su difunto padre.
La protagonista, Madalena (interpretada por Noá Bonoba), se encuentra en la recta final de su embarazo y lidiando con la reciente muerte de su padre, mientras intenta mantener a flote una producción cinematográfica plagada de obstáculos. La trama se desarrolla en un tono que oscila entre lo absurdo y lo conmovedor, reflejando las tensiones inherentes al mundo del cine independiente.
La película destaca por su estilo visual único, que combina elementos de cine de autor con una estética de serie B. La dirección de Parente crea una atmósfera que, aunque caótica, resulta cautivadora, utilizando la luz, la sombra y el movimiento para reforzar una dramaturgia onírica con ecos de horror y melancolía. Las transiciones entre lo onírico y lo real, junto con toques de ciencia ficción, enriquecen la narrativa y aportan una capa adicional de profundidad al relato.
El guion, aunque en ocasiones descomprometido y con diálogos poco pulidos, logra capturar la esencia del cine independiente: improvisado, imperfecto pero lleno de vida. La interacción entre los personajes, especialmente con el director Oswaldo (interpretado por Tavinho Teixeira), aporta momentos de humor que aligeran la carga dramática y subrayan la naturaleza impredecible de la producción cinematográfica.
La interpretación de Noá Bonoba como Madalena es destacable; su rostro, a menudo impasible, transmite una mezcla de fortaleza y vulnerabilidad que enriquece al personaje. Aunque algunos críticos han señalado que su actuación podría haber mostrado mayor rango emocional, su presencia en pantalla es innegablemente magnética y adecuada para el tono del filme.
Uno de los aspectos más notables de Morte e Vida Madalena es su capacidad para mezclar la tragedia personal con la comedia, creando una experiencia cinematográfica que es tanto reflexiva como entretenida. La película no solo aborda los desafíos de la producción cinematográfica, sino que también ofrece una reflexión sobre el duelo, la maternidad y la resiliencia.
La dirección de Parente logra equilibrar el caos con la coherencia, construyendo una narrativa que, aunque fragmentada, mantiene al espectador comprometido. Cada escena, aunque aparentemente desordenada, contribuye al todo, creando una sensación de autenticidad y espontaneidad que es característica del cine independiente de calidad.
La banda sonora, aunque discreta, complementa eficazmente la atmósfera del filme, utilizando música y sonidos ambientales para reforzar las emociones y la tensión de las escenas. Esta atención al detalle sonoro contribuye a la inmersión del espectador en el mundo de Madalena y su lucha por completar la película.
En conclusión, Morte e Vida Madalena es una obra que celebra el cine como un acto de resistencia y creación colectiva. A través de su enfoque único y su estilo visual distintivo, Guto Parente ofrece una película que es tanto una comedia como una reflexión profunda sobre la vida, la muerte y el arte de hacer cine. Es una obra que, a pesar de sus imperfecciones, resplandece con autenticidad y pasión.
Para aquellos interesados en el cine brasileño contemporáneo y en historias que exploran los límites entre la realidad y la ficción, Morte e Vida Madalena es una película que no debe pasarse por alto. Su mezcla de humor, drama y metacine ofrece una experiencia cinematográfica rica y multifacética que invita a la reflexión y al disfrute.

